1. El fin de semana pasado tuve una mega-idea. Pero como toda idea, tenía miedo que nunca evolucione a ser algo concreto. La fantástica máquina de imaginación que dice ser nuestro cerebro no debe de ser desaprovechada. Quizás hay que bajarla de las nubes de vez en cuando; especialmente si es que ya se encuentra en mesosfera (más alto que la estratosfera). Sin embargo, me encuentro muy feliz hoy día porque en la mañana, una reunión con la gente más capacitada en el asunto, significó cimentar los rieles de esta loca idea, que bien puede llegar a ser concretada.
2. El 2 de agosto de 1998, el gran Teatro Municipal de Lima fue consumido por un incendio. Felizmente el banco BCP y Lan ayudaron a reconstruirlo y ahora está bellísimo. En esta noche de Opera, me sentí transportada a los inicios del siglo XX. Qué tal clase y finesa de la Lima antigua. Opera, coctel, y el centro de Lima que comienza a despertar. Qué más se puede pedir ?
3. Hoy es un claro ejemplo de la mejora sustancial de la relación que tengo con mi padre. Poco a poco nos hemos acercado, venciendo la brecha generacional con ganas de entendernos, comunicarnos más. Es un alivio sentir su apoyo y sentir que está conmigo. A la vez, yo estoy ahí para él, si es que me llega a necesitar.
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